Hace más de 30 años, antes de que en Usaquén Histórico se construyeran restaurantes, locales comerciales y el tradicional mercado de las pulgas, un grupo de artesanos, artistas y vendedores ya hacían uso de la plaza fundacional como espacio de esparcimiento, exposición de su arte y construcción de un escenario cultural que se convirtió en una característica única de la localidad.

Poco a poco fueron llegando los edificios residenciales en búsqueda de una zona tranquila y bohemia. Llegaron también los restaurantes reconocidos en la ciudad, los locales comerciales de venta de accesorios, ropa y otros productos, los cuales aprovecharon la acreditación de las calles históricas de Usaquén para tener comercialización.

El arte y las expresiones culturales que se asocian a la plaza fundacional de Usaquén y sus calles aledañas son conceptos arraigados en la imaginación colectiva, que se deben a los procesos que por años han afianzado las personas que realizan sus artesanías en tiempo real, los vendedores de las tradicionales mazorcas, obleas y pinchos, los artistas, pintores, bailarines, cuenteros y poetas; no obstante, durante 2017 y 2018 la administración distrital de Peñalosa adelantó desalojos violentos, usando al Esmad como escudo en contra de quienes por décadas han construido la cara cultural, artística y turística de Usaquén.

Los desalojos se realizaron basándose en la Resolución 086 de 2017 (actualizada a la fecha en la Resolución 271 de 2019) de la Defensoría del Espacio Público (Dadep), en donde se indica en el artículo 1º, numeral 3 del cuadro referente a la localidad de Usaquén, que el espacio comprendido entre la carrera 4 a la avenida carrera 7, entre la calle 116 y la calle 120, está “recuperado” por un fallo del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Sección Primera, Subsección A, Acción de Cumplimiento 00-004 del 06 de marzo de 2000.

Posterior a los desalojos y las vulneraciones de derechos fundamentales derivadas de tales actuaciones, solicitamos al Dadep, que a su vez remitió por competencia al Tribunal Administrativo de Cundinamarca, que nos emitiera copia del fallo judicial que declara a la zona Histórica de Usaquén como un espacio recuperado. Para nuestra sorpresa, el tribunal responde indicando que no hay registro sobre tal fallo, es decir, el sustento jurídico para expulsar a vendedores, artistas y artesanos no existe.

El 24 de julio de 2019 pusimos en conocimiento de esta situación a la Procuraduría General de la Nación para que realice las investigaciones disciplinarias contra la directora del Dadep, el secretario de Gobierno de la época y el alcalde de Bogotá por expedir un acto administrativo con falsa motivación, es decir por presuntamente inventarse fallos judiciales y usarlos como soporte para vulnerar derechos fundamentales como el debido proceso, que para el caso de recuperación del espacio público debe cumplirse el paso a paso del Decreto 098 de 2004 de la Alcaldía Mayor, el cual fue omitido en el caso de Usaquén Histórico.

De igual forma, el 26 de agosto de 2019, se presentaron ante la Personería Local de Usaquén alrededor de 40 peticiones de reparación de derechos por parte de vendedores, artistas y artesanos que se han visto afectados por el cumplimiento que han dado las instituciones a una resolución del Dadep que no tiene ningún sustento jurídico en lo correspondiente a la zona histórica de Usaquén.

A la fecha no hemos obtenido respuesta sobre el inicio de las investigaciones preliminares disciplinarias por parte de la Procuraduría ni del trámite adelantado por la Personería Local de Bogotá.

Los operativos de control sobre el espacio público en Usaquén Histórico no cesan, cada ocho días los vendedores informales, artesanos y artistas deben estar listos a recoger sus productos según la orden que imparta la autoridad de Policía, quienes, a pesar de conocer las denuncias en curso contra la resolución del Dadep que declara un espacio recuperado sin ningún sustento jurídico, hacen caso omiso y continúan limitándoles el derecho al trabajo, imponiendo comparendos y vulnerando el debido proceso.

Finalmente, es importante resaltar que durante el año 2019 el alcalde Enrique Peñalosa ha anunciado con gran orgullo la creación y puesta en marcha de Corpousaquén, una corporación que busca transformar la zona histórica de Usaquén en un espacio en donde solamente se realicen algunas ferias temporales, con marcas exclusivas, altamente costosas y en donde se excluya a quienes han construido históricamente el arraigo cultural, artístico y turístico de la zona para darle lugar a grandes empresarios.

Parece que la falsa motivación de la resolución del Dadep que declaró recuperado el espacio público de la zona histórica de Usaquén no fue gratuita, pues casualmente el proceso deriva en la conformación de una empresa que expulsará al mercado de las pulgas de San Pelayo, a los vendedores, artistas y los artesanos de la plaza fundacional, iniciando con un contrato multimillonario del IDU para “transformar” las calles y la plaza fundacional. El negocio consiste en que el alcalde Peñalosa declara a los más vulnerables como ilegales para darle apoyo a las grandes empresas.

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